“Estamos intentando promover que se vuelva a las raíces”
Entrevista con Montse Pitel, Presidenta de la cooperativa Som Alimentació.

28 de febrer de 2019 – “Ahora mismo somos más de 400 jefes, ¿con cuál quieres hablar?”. Ésta es la sorprendente respuesta que reciben las personas que preguntan por la dirección. Y es que en la cooperativa de consumo Som Alimentació “las decisiones importantes se adoptan en asamblea”, nos recuerda Montse Pitel, su presidenta. Som Alimentació es el primer supermercado cooperativo y colaborativo de Valencia. Abrió sus puertas el pasado mes de mayo y ha sido diseñado conforme a los principios que se han dado sus socios-consumidores.
Ubicado en el distrito de Zaidía, la oferta del supermercado abarca desde alimentación hasta productos de higiene y limpieza. Som Alimentació sigue el ejemplo de otras iniciativas que ya existen, como es el caso de la cooperativa alicantina bioTrèmol, o la cooperativa colaborativa Park Slope Food, que abrió sus puertas en 1973 en el barrio de Brooklyn de Nueva York. De la mano de Montse Pitel conocemos cómo surgió el proyecto y por qué es necesario promover otro tipo de consumo.
¿Cómo nace la cooperativa Som Alimentació?
En 2016 nos juntamos un grupo de 10 personas, algunas de las cuales ya formábamos parte de varios grupos de consumo, especialmente el del barrio de Zaidía de Valencia, que nació a raíz del 15M y de la disolución de la asociación La llavoreta. Gente con diversos intereses pero todos compartíamos una misma inquietud sobre la concienciación del consumo, sobre la capacidad de transformación del consumo. En algún sentido, algunas personas echábamos en falta otro tipo de estructura diferente, como una cooperativa.
En enero de 2017 montamos el primer stand en ‘De l’Horta a la Plaça’ en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, y en julio de 2017 en la Feria Alternativa. A continuación conformamos cuatro equipos de trabajo para concretar la cooperativa: económico y legal, participación, comunicación y proveedoras. El 19 de septiembre de 2017 se celebró la Asamblea constituyente con casi 50 personas y aprobamos los estatutos. En enero de 2018 la cooperativa tuvo la validación del Registro de Cooperativas de la Comunidad Valenciana. Y en mayo de 2018 abrimos la tienda. La verdad es que siempre ha habido un goteo de gente constante que ha querido sumarse. El proyecto ha sido posible gracias a las personas y los socios que lo han financiado. No hemos tenido que recurrir a ningún banco para financiar el proyecto tal y como lo conocemos ahora.
¿Qué relación tenéis con otras cooperativas?
La verdad es que hay muchos proyectos paralelos y satélites en torno al consumo responsable. Todo ello nos da el empaque necesario para pensar en nuevas ideas y poder compartir y seguir avanzando. Por ejemplo está Som Energía, Som Conexió…, siempre intentamos colaborar con estas entidades. Somos muchos ‘Som’ y nos intentamos dar apoyo mutuo entre nosotros.
¿Qué tipo de alimentación estáis promoviendo?
Los productos que están en la tienda intentamos que tengan una vertiente agroecológica, lo que se traduce en ver cómo se producen desde el punto de vista social. En definitiva, un consumo respetuoso con el medio ambiente que también tenga en cuenta el impacto social y económico. Estamos intentando promover que se vuelva a las raíces y esto la gente lo agradece mucho. Por ejemplo nuestros clientes traen sus bolsas, envases, hueveras… vienen con todo el pack preparado con el objetivo de reducir el consumo de bolsas de plástico. En este sentido la cooperativa está sirviendo para educar y formar.
“Estamos intentando promover que se vuelva a las raíces y esto la gente lo agradece mucho. (…) En este sentido la cooperativa está sirviendo para educar y formar”.
¿Cómo podemos incrementar el grado de sensibilización de la sociedad?
Ahora se está dejando de hablar de consumo responsable para hablar de consumo consciente, pero para ello necesariamente tiene que haber información. Para ser conscientes de nuestras decisiones, necesitamos mucha información y formación. Estamos invadidos por tanta información y estímulos que, en ocasiones, resulta un poco complicado. Sabemos que la cooperativa tiene mucha capacidad de transformación, pero no siempre podemos controlar todo lo que compramos. En líneas generales, el nivel de sensibilización de la población sigue siendo muy escaso.
Vuestro lema es “la alimentación en manos de la gente”. ¿Actualmente en manos de quién está la alimentación?
La alimentación sigue en manos de los supermercados. Cuando entras en un supermercado no sabes cómo se han producido los alimentos. ¿Tú has pensado cómo puede ser tan barato lo que a veces encuentras en el supermercado? Esto es posible porque no está incluido el impacto ambiental de la producción y las condiciones laborales de los productores son vergonzosas. Pese a todo, el consumidor es quien tiene el poder de decisión final sobre el tipo de productos que quiere consumir. La gente que viene a la tienda, por ejemplo, nos pide más granel, quiere volver a tocar el producto, reducir los envases… en definitiva, recuperar la soberanía alimentaria.
“¿Tú has pensado cómo puede ser tan barato lo que a veces encuentras en el supermercado? Esto es posible porque no está incluido el impacto ambiental de la producción y las condiciones laborales de los productores son vergonzosas”.
¿Cómo podemos reducir el espacio entre la tierra y la mesa?
Cuesta mucho reducir el espacio entre el campo y la mesa. En Valencia tenemos la oportunidad de la huerta, pero también es verdad que a lo largo del año los productos de temporada van cambiando, y tenemos que acostumbrarnos a consumir tanto de proximidad como de temporada.
¿Cómo está siendo la relación con los productores locales? ¿Cuáles son sus principales necesidades?
Había muchos productores que ya conocíamos gracias a la experiencia previa en el grupo de consumo, por ejemplo Vicent Martí, de Alboraia, y el sistema participativo de garantía Ecollaures. Primero les contamos el proyecto y exploramos la posibilidad de que fuesen nuestros proveedores de fruta y verdura. A los productores de fresco les pasa mucho que producen y además se encargan de comercializar, distribuir y darse a conocer. Queríamos facilitarles esa tarea de comercialización a través de la tienda.
¿Cuál ha sido la reacción de los productores al entrar por primera vez en el supermercado?
Cuando los productores han venido por primera vez a la tienda, casi se echan a llorar al ver sus productos, porque normalmente solo se venden en ferias o en otros círculos más reducidos. El hecho de ver sus productos en un ámbito comercial, con su etiqueta, su sello, su origen, el propio nombre del productor… ha sido muy bonito ver sus caras. “Esto es muy grande”, nos dicen. Vicent Martí, por ejemplo, incluso indica de qué campo es cada producto. Los agricultores son personas que trabajan muy duro, aquí se les dignifica y se les homenajea por su labor.
¿Cuáles son los planes de futuro de Som Alimentació?
Queremos que sea un proyecto conocido y respetado, que cuente con un aval de cara a la sociedad. La gente se sorprende mucho cuando le explicas el proyecto y que somos los primeros aquí en Valencia. No nos gustaría ser la única tienda, pero es el resultado de un proyecto que hemos gestado nosotros mismos. Los próximos pasos son asentar la tienda y, a continuación, abrir la tienda online. Vemos más importante el fusionarnos con otras cooperativas para tener capacidad de compras compartidas. Ya hemos hablado con otras cooperativas de Pamplona y Zaragoza con el objetivo de rebajar costes. Abrir tiendas o puntos de reparto. En bioTrèmol funcionan así: tiendas pequeñitas. Podría ser el próximo paso pero no quiero aventurarme.